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DÍA MUNDIAL DE LA MUJER EN LA INGENIERÍA

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ARANCHA, NIEVES Y RAQUEL. SEGURAMENTE ESTOS NOMBRES NO DICEN MUCHO, PERO SIRVEN DE REPRESENTACIÓN PARA TANTOS Y TANTOS NOMBRES DE MUJER QUE TIENEN UN NEXO EN COMÚN: LA INGENIERÍA.

En el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería (23 de junio), nosotros lo celebramos con ellas tres. Tres recorridos distintos, tres historias diferentes… En definitiva, tres visiones de lo que es ser mujer e ingeniera en el siglo XXI.

Arancha García Hermo (Ponferrada, 1979) llegó al mundo de la ingeniería por tradición familiar, aunque “honestamente no tuve predisposición desde pequeña”. Es ingeniera industrial eléctrica por la Universidad Carlos III de Madrid. Una vez finalizada la carrera, comenzó a trabajar en ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), estando ya dentro de la asociación descubrió la pasión por la automoción y realizó el Máster en Automoción. Actualmente, ocupa el cargo de directora del área Industrial y de Medio Ambiente en ANFAC.

Por su parte, Nieves Cubo Mateo (Madrid, 1991) se dedica a la bioimpresión, estudiando nuevas estrategias de impresión 3D, morfologías, combinación de tecnologías “para conseguir crear constructos más atractivos para las células, invitándolas a regenerar los tejidos humanos de los que son originarias”. Se graduó en Ingeniería Electrónica y Automática por la Universidad Carlos III de Madrid y tiene un Máster en Ciencia e Ingeniería de Materiales. Además de la investigación, ha realizado numerosas labores formativas como docente.

A Raquel López Malagón (Granada, 1994) siempre le gustó la ciencia y tecnología, desde pequeña. Estudió Ingeniería, Diseño Industrial y Desarrollo del Producto en la Universidad de Málaga, obteniendo el mejor expediente de su promoción. Descubrió que lo que quería era apostar por la aeronáutica, por eso estudió el Máster en Diseño Mecánico Aeronáutico (MEDMA) en EDDM y le abrió la puerta del sector. Ahora mismo está trabajando en Manching (Alemania) en Airbus como Ingeniera de integración de datos DMU.

                                                               Nieves Cubo desarrolla proyectos de investigación para la bioímpresión

El valor del esfuerzo

Las tres coinciden en que el esfuerzo ha sido un gran componente para lograr lo que han logrado en sus carreras profesionales. Para Nieves Cubo con muchos frentes abiertos (formación, investigación, estudios, trabajo…y madre) la clave es tener una mente muy activa y “ser capaz de trabajar en varias cosas en paralelo y hasta de fondo sin que me diera cuenta. Creo que es la necesidad del saber la que me impulsa cada día a conseguir compaginar todo”. Y es que la conciliación siendo madre no es fácil, en esto se estrena Arancha García, pero cree que para combinar bien la vida personal y profesional “es clave la priorización, planificación y eficiencia”.

Los problemas de la conciliación familiar y laboral es un tema candente en España. Según el Observatorio para la igualdad y el empleo de España el 67,8 % de las personas tiene problemas para conciliar la vida laboral con la familiar y 8 de cada 10 mujeres se les agrava este problema cuando son madres. Al final muchas personas tienen que hacer encaje de bolillos para conciliar y como recuerda Nieves Cubo: “¿Dormir está sobrevalorado?”

Cualquier persona que haya estudiado una ingeniería en este país sabe que la proporción mujeres-hombres en los estudios es muy baja. Aunque se está evolucionando los datos siguen siendo muy dispares. Según datos de la OCDE, solo un 24% de los estudiantes de ingeniería en España son mujeres. “En general siempre ha sido así, en la especialidad cuando estudié éramos solo tres chicas de ciento y pico. Ahora, esas cuotas se han mejorado mucho”, explica García. Raquel López, en cambio, cree que esos estereotipos quizá sean de épocas más pretéritas porque “en mi caso no noté nada de eso”. La clave de mejorar y desterrar definitivamente cualquier tipo de estereotipo es la formación según García. “Hay que seguir trabajando desde la educación. A las niñas se las regala una muñeca, pero ¿por qué no un coche teledirigido?”, explica.

                                                              Arancha García es directora de Industrial y Medio Ambiente en ANFAC

En el ámbito laboral, las tres notan que aún las cuotas de mujeres en la ingeniería son distintas. Por ejemplo, Arancha García explica que en su sector aún “no se han superado ciertas cosas”, en este argumento también coincide Nieves Cubo. “Siguen existiendo muchas barreras y obstáculos con los que lidiar día a día. Ser joven y mujer es un verdadero problema en algunos ambientes”, argumenta.

Raquel López, desde Alemania, aporta un dato clarificador de esta situación, en su departamento “somos solo dos mujeres de unos 20”. Aunque si cree que se va a ir mejorando porque ve que las empresas actuales apuestan más por las mujeres, “incluso algunas tienen hasta un porcentaje mínimo definido”, explica. Nieves Cubo reflexiona en este sentido: “Parece que ya todos luchamos por la igualdad hacia fuera, pero por dentro sigue habiendo cierto estereotipo muy instaurado que es difícil deshacer. Supongo que, con las nuevas generaciones, poco a poco se irá mejorando”.

                                                               Raquel López con el premio al mejor expediente de su Universidad

Techo de cristal

Donde si ven las tres el techo de cristal es los puestos directivos o altos cargos. “No hay una ínfima mujer a cargo de ninguna marca de automoción o ninguna CEO en España, por eso creo que pueda existir un techo de cristal”, cuenta Arancha García. Para Nieves Cubo también existe, afirma que se lo ha encontrado a lo lejos, y que “hasta que no cambien varias circunstancias en todos los ámbitos, no se podrá solucionar.”

Raquel López cree que ese techo de cristal en altos cargos se produce más en España que en Alemania. “Aquí hay muchas mujeres en puestos de altos directivos que son ingenieras. De hecho, me presentaron hace poco a un cargo que está tres escalones por encima de mi jefe y es mujer”, concluye.

Arancha, Nieves y Raquel, esta vez hemos celebrado con ellas el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, pero bien podrían haber sido Leire, Andrea, Sara, Henar o María, cualquier mujer ingeniera.

¡Feliz día a todas!

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