Cada año el prestigioso MIT publica su lista sobre las 50 empresas más inteligentes del mundo; los criterios que aplican para confeccionar el ranking tienen que ver, según dicen, con «la combinación de tecnologías innovadoras con un modelo de negocio efectivo».

Recientemente publicaban su lista de 2017 en la que entre las poderosas empresas que suelen poblar este tipo de listas como Apple, Google (Alphabet), Intel o Amazon y empresas de las que se oye mucho hablar y que tienen una enorme proyección de futuro como SpaceX, fundada por el omnipresente Elon Musk, creador también de Tesla Motors o Paypal entre otras.

Sin embargo, entre estos nombres tan conocidos, se encuentran algunas empresas no tan famosas pero con un gran potencial de crecimiento y una tecnología innovadora detrás; es el caso empresas como Desktop Metal, de la que hablaremos en próximas entradas, y Carbon, empresa que nos ocupa en este post, ambas dedicadas a la fabricación de máquinas de impresión 3D y ambas con una tecnología totalmente diferenciable a la de sus competidores.

Carbon lleva 4 años de existencia y es ampliamente conocida en el mundo de la fabricación aditiva; en 2016 se situaba en el puesto 32 de esta lista logrando llegar a situarse en el puesto 18 en este 2017. En sus cuatro años de existencia Carbon ha ido cosechando una cartera de inversores tan importantes como Google Ventures o Sequoia Capital y su consejo directivo se compone entre otros de antiguos CEOs de Ford y la superpotencia química DuPont.

En un principio el éxito tan rotundo de esta compañía se debió sin duda a las características de su proceso de fabricación, que prometía ser hasta 100 veces más rápido que sus rivales. Sin embargo, actualmente no solo se han quedado ahí si no que, mediante la combinación de la tecnología con el desarrollo de nuevos materiales y el acabado, resistencia y durabilidad de sus piezas, quieren dejar obsoleta la tecnología de inyección de plástico para siempre, compitiendo y batiendo a esta tecnología en un determinado rango de piezas.

El secreto de la altísima velocidad de fabricación radica en su innovadora tecnología que bebe de la tecnología de SLA, a la que denominan CLIP (continuous liquid interface production). CLIP emplea monómeros foto reactivos como materia prima y luz como energía activadora para fabricar las piezas finales, pero, a diferencia del SLA, esta tecnología dispone de una finísima capa de resina denominada «dead zone» que permite pasar la luz a través de ella sin reaccionar, permitiendo que la resina que está inmediatamente por encima de ella pueda solidificar sin estar en contacto con la plataforma de curado.

La otra pata sobre la que se apoya Carbon radica en el desarrollo de materiales; polímeros de altas prestaciones con distintas bases, poliuretano, cianato ester, y elastómeros que, según las propiedades que apuntan en su web, prometen unas características resistentes muy interesantes. Como muestra os dejamos dos gráficas de ensayos de tracción de dos de sus materiales y sus correspondientespropiedades que publicitan en su web. Llama la atención la resistencia del cianato, comparable a un nylon reforzado con fibra de vidrio.

Poliuretano Rígido. Dureza y ductilidad, mejor comportamiento que el ABS. Sustituto del Nylon.

Cianato Ester. Similar al Nylon 6 reforzado con fibras de vidrio 14%. Excelente estabilidad térmica y resistencia química

Homogeneidad de las piezas producidas mediante CLIP vs. Heterogeneidad en los métodos tradicionales de fabricación aditiva capa a capa

No todo son ventajas sin embargo ya que después de acabar de fabricar la pieza habrá que realizar una limpieza para quitar la resina sin curar adherida y posteriormente un curado en horno para lograr que sus propiedades alcancen los valores finales adecuados, procesos que complican ligeramente el proceso total.

Recientemente Carbon ha firmado un importante acuerdo de colaboración con el fabricacnte de calzado deportivo alemán Adidas; de esta colaboración saldrá la suela del modelo de deportivas Futurecraft 4D, una suela con estructuras de tipo periódico (lattice) con un elastómero que permite una flexibilidad superior, una amortiguación excelente y una adaptabilidad a la pisada de cada usuario sin igual.